Carta blanca
Una semana, sin reglas.
Dos amigos lamentan que el matrimonio les haya arruinado toda posibilidad de diversión, especialmente en lo que al sexo se refiere; sus esposas deciden entonces concederles un fin de semana libre, un paréntesis de libertad, en el que podrán desmadrarse todo lo que quieran, sin remordimientos ni explicaciones